Pude asistir a esta corrida de casualidad y si digo la verdad es que me gustó. Me gustaron más los toros, mejor presentados, con hechuras, con peligro casi todos, vamos, toros a los que un error te podía traer consecuencias, como ocurrió con Adame, que fue corneado en el gemelo izquierdo, y menos mal. El toro dio muestras de su condición ya de salida, metiéndose en el sitio del torero y, en un descuido, le pilló la pierna.
PACO UREÑA: en los tres toros que mató lo vi dominador, sobre todo en el primero y en el sexto que se dejaron algo más, pero que presentaron dificultades. Lo valioso es que llegó a atemperar las embestidas broncas y casi los dulcificó. Expuso bastante y el público lo vio y lo premió. Toreó despacio y algunos naturales fueron de cine. Oreja en el primero y oreja en el sexto.
JOSELITO ADAME: como he dicho, fue cogido y no porque el toro no le hubiera avisado, que le avisó. No obstante la hemorragia de la pierna, reducida por un torniquete, aún intento hacer faena, algo imposible ya, así que lo mató defectuosamente y se marchó entre aplausos a la enfermería cuando el toro murió.
JUAN DEL ÁLAMO. Me gustó en su primer toro -el tercero- la faena me pareció construida con solvencia y de menos a más. Ni un enganchón, moviendo la mano con destreza y finura y llevando cosido al toro por un hilo invisible. El quinto no le dio opciones, pero lo intentó y estuvo firme. Oreja en su primero con petición de la segunda.
Resumiendo. Interesante corrida para el aficionado y, la verdad, es que a mí me sorprendió la solvencia y poderío de estos toreros, con menos nombre, pero que lo son de verdad.
Esto es lo que recuerdo de lo que vi.
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