El día 10, cuando me dirigía a ver pájaros a una zona de robledal con cultivos de secano, posadas en el cableado de teléfono, vi un par de carracas, Coracias garrulus. Hace años que no veía a esta especie en las cercanías de Almazán. En aquella ocasión era un ejemplar adulto. Ayer, antes de la boda de la Tata, volví a verlas con mi hermanito menor, Goyus. Anduvimos por los campos cosechados y pudimos hacer buenas observaciones con el telescopio. Sin embargo, a menos de cien metros se mostraban inquietas y se alejaban otros tantos. Eran dos ejemplares jóvenes, uno de los cuales descendía al suelo a comer algún insecto. Cuando volaba nos mostraba el azulito turquesa precioso de sus alas. Uno, que no está acostumbrado a ver este despliegue de color "tropical" se queda boquiabierto ante el espectáculo. Que tengan suerte en su viaje, y que vuelvan por aquí en otra ocasión, ya vestidas con sus colores de mayores, que aún llaman más la atención.
Así que , por si acaso, me quedé con su imagen en mi cuaderno de campo.
Así que , por si acaso, me quedé con su imagen en mi cuaderno de campo.
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