TOROS EN EL BURGO DE OSMA. TOROS DE ADOLFO MARTÍN PARA JOSELILLO, ARTURO SALDÍVAR Y VÍCTOR BARRIO. 16 DE AGOSTO DE 2014

GANADERÍA: Adolfo Martín. Toros bien presentados en general, con escaso juego, dormidos y sin codicia. Andan, que no trotan. Por no dar, no dieron sensación de peligro. Noblotes. A mí me gustaron el primero, el segundo y el sexto. También creo que, a pesar de todo, se pudo haber cortado alguna oreja más y se debieron torear más y mejor. Los toros estuvieron por encima de los toreros o, en otras palabras, los toreros no estuvieron a la altura de los toros. Se emplearon en general con los caballos y a alguno se lo picó en exceso.

JOSELILLO:  Lo vi un poco perdido en su primero al que debió desorejar. El cuarto, entre los bocadillos y demás, pasó desapercibido. El toro salió acalambrado y descoordinado. No mejoró a lo largo de la lidia. Pudo ser devuelto. Aplausos y vuelta.


ARTURO SALDIVAR: Nunca lo tuvo claro, ni en el segundo, ni en el quinto. Al segundo se le castigó en exceso y luego lo vi inseguro, bailoteo de piernas etc. El quinto fue flojito. No obstante Arturo pasó sin pena ni gloria. Lástima. De su estocada al segundo, mejor no hablar.


VÍCTOR BARRIO: Me voy directamente al sexto toro, un toro con galope, el más alegre de toda la corrida. Un toro de triunfo. Víctor no encontró la distancia. El toro pedía algo más, más riesgo, más emoción. Su embestida franca y pronta pudo en ocasiones con el torero. No obstante, tal y como iba la tarde, llamó la atención del tendido, que tras una buena estocada, pidió y consiguió la oreja y mantuvo la petición de una segunda, a todas luces excesiva y que el presidente, con buen criterio, no concedió a pesar de la bronca.

LO QUE NO ME GUSTÓ: No me gustó que los subalternos mareen al toro haciendo el carrusel.
No me gustó que le pidan al presidente la oreja. No me gustó el desbarajuste en banderillas, exceptuando dos buenos pares. No me gustó que los mulilleros presionen al presidente y no se lleven el cadáver de la res.

ME GUSTÓ: El ambiente festivo de la plaza, que se parece a Pamplona en los tendidos del sol. Que el Burgo pueda ofrecer cuatro corridas al año.