
No cabe duda de que la comida une. Juan Gallego organizó todo de maravilla.

Las Tablas de Daimiel llenas de agua y de vida

Con un grabado de Ignacio Meco

Este artista también era aficionado a los toros, según su hija.
El grabado no es suyo, es un regalo.

Parte nos colocamos en esta zona elevada desde la que se dominaba el molino y el agua

Yo busqué una sombra, aunque se me adelantaron

Sólo pinté dos acuarelas en una sesión matutina: el carricero y la casa, esta última con muchos retoques porque me puse a hablar con la hija del pintor un buen rato, pero bueno, al menos da una idea del lugar. Mientras los demás pintaban por la tarde y al otro día por la mañana nosotros fuimos a recorrer las tablas. Me quedé sin ver al precioso bigotudo, otra vez será.
Vaya bien que lo pasamos en las Tablas!! no te había visto tus acuarelas y te salieron de maravilla!1,sobre todo la del pájaro,las fotos muy buenas!!.
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