Pilar Martínez es una buena acuarelista de Valladolid. Sus palomares de la Tierra de Campos le han dado fama entre los "hispacuarelistas". Hace unos días le sugerí cambiar un palomar de los suyos por un pájaro de los míos. Así que le mandé este chorlito carambolo sumido en un mar de hierbas y ella me ha mandado una hermosa acuarela de esos solitarios de las llanuras inmensas, cuando la primavera está en su apogeo. ¡Viva Pilar Martínez!
En esta España de chiste en la que prohiben que la gente se gane la vida portando un cartel con un anuncio en vez de con una navaja en la tripa -del vecino, por supuesto-, estos cartones manchados con agua de colores me los coloco como un hombre bocadillo para hacer propaganda de la amistad y de la concordia, y del arte y de los pájaros (esas avecillas... no esos otros, que bastante postín y autobombo se dan) .
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