Aquel día fue prolífico: ¿por qué pintar un Almazán sabiendo que hay una montonera?
Me quedé corto: tan sólo pinté tres.
Una peculiar visión de la vida y de lo que me rodea, de mis intereses y aficiones. Doy la bienvenida a todos quienes accedan a estas líneas y espero que pasen un buen rato leyéndolas.
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