miércoles, 8 de junio de 2011
AUTOL
Este pueblo riojano, entre Arnedo y Calahorra, guarda aún algunos rincones con sabor antiguo. La parte vieja trepa hacia las peñas con calles estrechas de dura pendiente: había que mantener la vega a toda costa. En la actualidad los huertos no valen -me refiero al precio- tanto como el suelo para construir y la población se desparrama en el llano a la llamada de la modernidad. Ya no huelen estos pueblos con los olores de mi infancia, a animales, a rastras de pimientos colgados de las varas. Ya han perdido parte de la esencia que conocí, pero así es la cosa.
Este dibujo de la torre de su iglesia, que quiere rivalizar en altura con las vecinas ruinas de un castillo , es un boceto para recordar. Y eso que la cúpula de la torre no es la que tenía, es metálica, creo que de una pieza y la colocaron desde un helicóptero. ¡A la primera!
Más bocetos y acuarelas en: http://www.chaguaceda-acuarela-watercolour.blogspot.com/
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