El Duero por Covaleda, helado en parte
El Duero por Molinos.
El Royo
Acuarelita (31 x23) que dibujé sobre el terreno y que la lluvia no me permitió
acabar, aunque estaba ya muy avanzada.
Hacía años que no subía a Covaleda. Nieve acumulada desde hace quince días. Las aguas negras por el contraste con la nieve. Animación después de la salida de misa y buenísimas tapas.
En Salduero un perro muerde al perro "Chiqui" en el cuello. Un perro vampiro, sin duda. El perro "Chiqui" ve a una perrita de color de miel y se las pira con ella poniendo toda la carne en el asador, pero la perra es más grande y corre más y salta las zanjas. Bueno, yo creo que dejó patente su grandísimo interés por ella. Otra cervecita en el JJ.
En Molinos las tejas son verdes de musgo. Recuerdo haber oído al buen acuarelista segoviano Regidor que en Castilla las tejas son verdes, y así pinta trozos de tejados verdes en sus paisajes. Esta vez un mosto de los pequeños.
El Royo, sin plazas ya para comer por una cacería, me permitió pintar una acuarelita hasta que la borrasca dijo "aquí estoy yo". Salen las palomas de la torre a la voz de ¡ya! y un azor falla el lance, aunque demuestra su capacidad para el giro y la cabriola delante mismo de nuestros -muy abiertos- ojos. La cigüeña de la torre se asoma a ver. Aquí una copita de vino.
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