LOS VIEJOS ROQUEROS SIEMPRE VUELVEN

Macho de Roquero Rojo (Monticola saxatilis) recién llegado
a principios de la primavera.

Estas otras fotografías tomadas esta mañana
corresponden a un macho mudando el plumaje.

Aunque la fotografía es de mala calidad nos permite
observar los cambios habidos en el plumaje
de este precioso pájaro.

Cuando he llegado al roquedo me ha recibido cantando.

Paré el coche y sin salir de él me quedé mirando al breve pradillo que se extendía delante de mí hasta las primeras rocas. No salía de mi asombro. Allí, en el suelo, iluminado por la suave luz de un día de primavera, estaba un pájaro de los más preciosos que había visto. No sé cuánto pudo durar la observación, pero no lo he vuelto a ver tan cerca. Después pude disfrutar del despliegue de su vuelo nupcial: arriba y abajo, arriba y abajo, a la vez que emitía su canto. Se había declarado dueño de aquellas rocas.
Muchos años hace de todo esto y puntualmente todas las primaveras me acerco a las peñas para ver si ha vuelto el roquero rojo. Ver al macho es más fácil que ver a la hembra, más modesta en su librea. Poco tiempo queda para que abandonen estos predios e inicien su anual viaje a África. Quizá vuelvan la próxima primavera, ellos o sus descendientes, tras la aventura formidable que se les avecina.